con ánimos escalofriantes
elevamos preces al Altísimo
Por aquellos despojados humanos
Que mueren
acribillados por balas fratricidas.
¿Dónde están esas manos
que ajustan el gatillo
y se esconden con su arma?
La conciencia es juez
y golpea
¿Por qué medir fuerzas traidoras
con el puñal, oh la soga?
Espectros mutiladores
en el socavón, la cabaña
destila la subconciencia
minuto a minuto
el voraz remordimiento.
Acojamos, aquel adagio
que dice: más vale pase
un camello
Por el huevo de una aguja.
No miréis la paja
en ojo ajeno
sabiendo que tenéis
la viga en lo suyo.
En el día de Navidad
Nacimiento de Cristo
Divino Redentor dejó a la humanidad
Vida ejemplarizada, dictó
su principio
se amar los unos a los otros
consejos sabios de fluidez rectilínea
la súplica conjunta
con los corazones palpitantes
en este gran camino.
Todos decimos, y pedimos
antes de lanzar la piedra
detente y sé feliz
sin ortigas que espinen
en tu espíritu límpido.
