Un viejito Solitario (Mi viaje a San Pablo)

3 agosto, 2011

Inmóvil, meditabundo
permanece en la pradera
con un seño envejecido
un viejito solitario
y centenario.

 

Con la barba, sin afeite
macliento, y acongojado
Loa al cielo
oración, El Padre Nuestro
con deleite.

 
El sostén de troncos
añejos
dan reposo
aquel armazón humano.

 

Hueso que todavía
viven días,
tras días
calcinados
por el rayo solar.

 
Pobre viejecito
vagabundo
brillan ante él
corazones
ausentes.

 

Parece en su mente
cuajar, garras felinas
atrapadas
al embrujo
por el fiero vendaval.

 
Y en el frío invierno
una noche, negra
cuajada, de nieve
imprime
el seño ,profundo
susurrando
moribundo
adiós,morbosa
despedida.

 

Caen, los flácidos
brazos
Dando, el último suspiro
fluidez oprimida
la tibia, garganta.

 
Viejo solitario
yace , tendido
en el féretro
mudo y yerto
morando
en la tumba
de todos.

 

Dejando
el Astral
dibujando
en el infinito
del zodiaco.

 
Vida –“vivida”
de longevas
vivencias
solitario
mas allá de la muerte
es Tumba
de grandes chicos
humildes y señoríos
morada
nunca
Turbada.

 

Adiós Viejito Solitario
pronto exhalemos
el vacío
de constelaciones
Con vidas nuevas quizás?

 
San Pablo- Brasil,18 de marzo de 1970

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