¡Oh! Escuelita
tus puertas enseñan la cumbre
cual Illimani majestuoso
Tus aulas cobijan almas puras
a los que brindamos
tu abnegado sacrificio.
Las sabias enseñanzas
de mis profesores
marcan el ritmo de la sabiduría
portando la bandera del porvenir.
Voces de oraciones ; elevemos
preces de Altísimo
por que resucite, la humildad
de su letárgico ensueño,
con lemas, de grandeza y práctica de bondades
aprendidos en mi Escuelita.
Es que la perfección encumbre,
como el vuelo
del Cóndor Mallcu,
con altura y
siempre adelante.
!Oh! Escuelita querida
tu faena cotidiana es la perfección
como los planetas en rotación.
Paso a paso coronas
de gloria de tus egresados
como la legendaria Quena
desafiando el candor de las Kantutas.
!Oh! Escuelita querida
me despido con lágrimas en los ojos
!Oh! Profesores, que habéis brindado
el esfuerzo
de la enseñanza
forjando en nosotros la sabiduría,
adiós me despido
sumando en los libros
gracias, felicidades, volveremos
y muchas gracias.