Madrecita mía
realza mi vivencia
en tu magnifica figura,
belleza espiritual consagras
con templanza de áureas.
Cómo quisiera ofrendarte
con el corazón palpitante
en una declamación
a voz triunfante.
Profundizando en Misterios
los ondas sublimes
que causan, embeleso
repercutiendo vibrante.
Madrecita mía
eres, Tesoro
de eterno
vergel, florido,
templo de esperanzas
morada, eres de los dioses.
Quién pudiera brindarte
ensalzando de hinojos
loar, tu gran alma
donde brota
gota
a gota,
el néctar balsámico
de miel codiciada.
Cómo quisiera formar
con los hermosos
capullos
de raros pétalos.
un frondoso ramillete
en sonrientes hojas lanceadas
dentadas y doradas
poemario
las rosas rojas, kantutas y no me olvides.
Amasar su escorcha
enigmáticas
bordeada en dogmas
laureados.
Quiero
acariciarte en este día
10 blanca cabellera
y lo tez con arrugas
que .. tiempo ha dejado
con nobles huellos
de inmutable hipnosis.
¡Cómo quisiera traslucir
en el horizonte¡
la monotonía del Iris
diseñado
que mi mente
clasifique
los franjas multicolores
de belleza no captada.
Es el trance
de mi ser
y todo a mi parecer,
trasunto la dicho,
bordeando, mi elocuencia
diría:
¡Madre querida!
tú, eres mi vida,
la guía en los senderos
anchos y estrechos,
Yo te venero,
inclinando
la frente
en este gran día.
La Paz, mayo de 1980.