Intuía ser madre
Tú, que moraste mas
Para vivir en mis entrañas
con tanta inocencia
ofrendando„ la dicha
y gloria
a tus progenitores.
Frente a ti
Cuando renacían
Los Celajes de la Aurora,
ofrecieron por ventura
el nacimiento, crecimiento
y desarrollo
de tu débil contextura (cuerpecillo),
fortalecido, con gotas del Néctar
de la Madre que te amamantaba.
Y ya grandecito a
tus caprichos, gustos
ejercitados en franca alegría
con gritos sonoros
por doquier, difundiendo
como el trinar
de pajarillos cantores.
Mientras el acervo dolor
perplejeando la vivencia
en el alma “Madre’
labran las jornadas
a sagrada misión
coma deber cumplido.
Irradiando
marcada guía
en el perfeccionamiento
sutil,
socavados
por los hilos telepáticos,
extraído del hipnotismo
en depurado pensamiento.
Plegaria concedida
como al crisol
de verdades,
resplandor influyente
en presagios deslumbrantes
arrancados por la fuerza Vital.
Es la Madre Guía
de muchos destinos.
atrancados de pasión y fe
que viven en el limbo
la que da savias
al arbolito débil, enclenque
para formar ramas rectilíneas
cada hijuelo, con su capullo
sonriente.
