Madrecita mía
como quisiera
en este día
de grata afinidad,
Ofrendarte
las melodías rítmicas
brotadas del alma misma.
Quién pudiera
brindarte con el corazón
palpitante
en una
declamación
a voz
triunfante.
Sojuzgado
por iracundas voces
emergidas,
en misterios
que profundicen.
Como ondas sublimes
causando embeleso
repercutiendo vibrante
en el Tic Tac
del corazón mismo.
Confundiendo
cada latido
en misterios
como el néctar
de los dioses.
Madrecita mía
tú eres el tesoro
de eterno vergel
florido
Templo de esperanza
clamor y vanguardia,
morada, eres
de la divina sabiduría.
Te ofrezco
en este día sublime
un ramillete
de lindas flores
las azucenas, acacias
y no me olvides.
Como fraganciosas
las más hermosas
que extasíen el alma
en letárgico ensueño.
Con profundo cariño
hoy, te saludo
engarzando
las divinas coplas
con la intensidad
mística, ofrendando
de cada retoño.
Y con amor profundo
marco esta fecha
27 de mayo
vertiendo lágrimas
de felicidad.
